Gomes

Gomes trabaja en la comisaría. Su trabajo no es nada sencillo. Si bien es sencillo a nivel tareas, no lo es tanto a nivel psicológico y humano.
Está en constante contacto con malandras, y aunque no le guste, de a poco se va transformando en uno.
Sus pares también viven su problema, y de a poco todos se van degradando.
Es una cadena sin fin que hace que nadie pueda sobrevivir a la decadencia. Todos caen, todos pierden, todos se degradan.
La única salida es huir, cambiar de aire. Pero esa es una alternativa reservada para unos pocos en este mundo.
Él está ahí, y a ese lugar pertenece. Trabaja con escoria y es parte de la escoria.
Hace años perdió el respeto por si mismo y por la institución que representa.
Solo se deja llevar, buscando alguna excusa tonta cuando en algún momento siente un llamado de la conciencia, conciencia que está tan débil que apenas puede hablar.
Y así va cayendo. Con él sus viejos compañeros, y llevan a la rastra a los más nuevos, y arrastran a la institución toda, y sin querer nos vamos hundiendo todos lentamente.