martes, junio 07, 2005

Piquetes

Hoy salí como siempre. Tome el colectivo a las ocho para llegar nueve menos cuarto a la terminal y a las nueve al trabajo. Me acomodé en mi butaca y me dormí como todos los días. En algún punto del trayecto me desperté porque el colectivo estaba parado. Una manifestación cortando el puente pueyrredón. Me acomodé mejor y seguí durmiendo. Llegue a la terminal a las diez y diez y casi diez y media al trabajo. Nadie me preguntó nada. "Piqueteros" dije, "Sí, ya sabia" me contestaron. Todo sucedió con una naturalidad que me asustó. Se nos transformó en algo normal el corte de puentes, rutas o calles y es un estado más en nuestras vidas. Llueve, sale el sol, cortan un puente. Dicen que la gente que vive en guerra se termina acostumbrando a las bombas y sale a trabajar, al almacen, al colegio rodeados de muerte como su rutina. Esto que nos pasa no es tan terrible, pero hay cosas a las que no deberíamos acostumbrarnos.

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